El rugido de los motores sobrealimentados y el crepitar de las llamas anuncian la llegada de los Boomdakka Snazzwagons. Son bólidos construidos a partir de chasis de vehículos saqueados sobre los que se sueldan a toda prisa unas cuantas planchas de metal. Sus conductores pisan a fondo y zigzaguean sin miedo, ya que saben que un solo proyectil de gran calibre puede hacer pedazos el vehículo. Pero para eso, claro está, hay que acertarles y los Snazzwagons derrapan y giran continuamente para eludir el fuego enemigo, dejando claro que no será tarea fácil. Bandas de Burna Boys aullantes viajan sobre el vehículo, lanzando kóktelez molotork y creando un infierno que es tan peligroso para los Orks como para sus enemigos. Pero los pasajeros están demasiado ocupados pasándoselo genial para preocuparse de minucias como no morir abrasados…
Este kit multicomponente de plástico incluye todas las piezas necesarias para montar un Boomdakka Snazzwagon. Al estar diseñado pensando en la velocidad punta, se aleja del habitual método ork de clavar sobre un chasis todas las planchas de metal que haya cerca. De hecho, se puede montar sin el techo, dejando a la vista la jaula antivuelco. Grandes tubos de escape y tomas de aire recorren la carrocería para alimentar el enorme y potente motor delantero. Además del motor, el frontal del Snazzwagon luce una gran pala excavadora sobre la que hay amarrado un Grot con bozal. Por si eso no fueran detalles suficientes, hay una “ezpezial del Mek” montada a la izquierda de la toma de admisión principal. El conductor saca medio cuerpo por el lado derecho, listo para lanzar el koktel molotork que tiene en la mano, mientras que el kopiloto Grot empuña una pipa. Un Burna Boy viaja en la parte trasera, con un kóktel molotork en una mano y manejando un akribillador pesado con la otra.
Esta miniatura se compone de 65 piezas e incluye una peana ovalada Citadel de 170 mm.